Situación actual de la educación en niñas latinoamericanas

Situación actual de la educación en niñas latinoamericanas

América Latina y el Caribe es la región del mundo con mayor desigualdad económica y social. Según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), el continente ostenta una de las tasas más altas de abandono escolar y de violencia contra las mujeres y las niñas.

Pese a que la educación secundaria es una etapa educativa obligatoria en la mayoría de los países, se estima que el 40% de los alumnos no termina sus estudios. La situación es mucho más grave para las niñas: el 36% abandonan su educación a causa de embarazos tempranos o por cuidados maternos.

Además, reducir la brecha digital es otro de los grandes desafíos a los que se enfrenta la región. Solo 4 de cada 10 latinoamericanos de zonas rurales tienen conectividad a internet, un aspecto fundamental en la educación online e híbrida.

Un reciente informe de Unicef destaca que algunos no van a la escuela por no tener oportunidades de estudiar. “Muchos no lo hacen porque venden en el mercado, otros por pereza y otros porque ayudan a los padres y madres de familia en la casa”.

Una situación aún más complicada para las niñas. “Cuando crecen, las niñas dejan de ir a la escuela porque se quedan en sus casas, pues los padres son machistas y no las dejan salir”. Aunque también señalan que en la vía pública existen muchos peligros que atentan contra la seguridad, principalmente para las niñas y adolescentes que corren riesgos de ser violadas al tener que trasladarse grandes distancias para llegar a las escuelas.

Un agente de cambio

Para tratar de poner los medios para solucionar este problema, nace el proyecto Voy a Ser de Santillana. Una iniciativa social que se está desarrollando desde cero con el apoyo de Entreculturas y Fe y Alegría.

El proyecto se desarrolla actualmente en dos centros educativos de Guatemala y Perú y ofrecerá una ayuda de calidad a las niñas beneficiarias. Desde aportaciones económicas para cubrir sus gastos de matrículas y manutención, hasta la dotación de libros o conexión a internet.

Más oportunidades de vida a través de la educación

Las participantes en el programa terminarán la educación secundaria y adquirirán una formación de calidad. Estarán más preparadas para su futura empleabilidad y tendrán mayores posibilidades de seguir dentro del sistema educativo superior.

Por otro lado, la iniciativa promueve el empoderamiento a través de la educación. Una oportunidad para fomentar la confianza y la autoestima de las niñas. Esto repercute directamente en que tengan mayores opciones de convertirse en ciudadanas activas, capaces de contribuir al bienestar social y personal.