Así es el proyecto #VoyaSer en La Casa del Saber (Guatemala)
Guatemala es un país con una gran multiculturalidad, en el que conviven cuatro pueblos: mestizo o ladino, y los llamados pueblos indígenas: garífuna, xinka y maya.
Además, es el segundo país latinoamericano con mayor porcentaje de población indígena según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Por otro lado, es también un país donde las niñas se enfrentan a dificultades para llegar a la escuela. Para tratar de solucionar este problema, surgen iniciativas como La Casa del Saber. Un espacio de encuentro seguro para desarrollar e impulsar su educación.
Este centro se encuentra ubicado en la región de Totonicapán, un lugar donde 9 de cada 10 personas indígenas vive en situación de pobreza. Es por eso que fue uno de los dos elegidos por Santillana para el proyecto Voy a Ser.
Problemas para ir a la escuela
Según un informe de Unicef recientemente publicado, en Guatemala niños y niñas refieren una preferencia por las clases prácticas y artísticas. “El curso que más se les dificulta, y que reconocen de utilidad para la vida, es Matemáticas, pero sus padres no les pueden apoyar porque ellos tampoco saben”.
Además, se destaca que les gusta recibir clases en los dos idiomas: el idioma materno para no perder la cultura y el español. El segundo no es propio de las comunidades, pero les es útil para comunicarse mejor fuera de ellas o para seguir estudiando, lo que les llevará al éxito personal y les permitirá conseguir trabajo.
En otras palabras, niños y niñas disfrutan ir a la escuela, les gusta el compañerismo y aprender cosas nuevas. Sin embargo, identifican varias cosas que les disgustan, como la infraestructura de la escuela y que no haya suficiente mobiliario, en particular, la carencia de computadoras.
Duras consecuencias en la formación
Si algo tenemos claro es que la educación brinda herramientas a niños, niñas y adolescentes para que puedan participar plenamente en la comunidad. Esta formación en edades tempranas aporta habilidades cognitivas, digitales y socioemocionales que son fundamentales para el desarrollo de las personas y la vida en sociedad.
Otra de las conclusiones a las que ha llegado la CEPAL es que “la interrupción de este aprendizaje tendrá, indudablemente, consecuencias en la formación de habilidades en las distintas etapas del desarrollo”.
Y es que la escuela constituye un espacio donde se protegen otros derechos fundamentales de la infancia, como la alimentación, la salud o la recreación. Por este motivo, se trata de un lugar fundamental para su bienestar integral.
Un lugar al que muchos ya están pudiendo regresar de manera escalonada y se prevé que la mayoría de países regrese a la educación presencial o en régimen mixto (presencial y online) en el transcurso de 2022.